SOY ASÍ

            ‘Soy así’ suele ser una respuesta con la que una persona – adulta o joven – da por zanjada una conversación que verse sobre su comportamiento. Esa frase es una suerte de escudo que se empuña ante el ‘ataque’ de una crítica o propuesta de cambio. Ante aquella, se hace cuesta arriba esgrimir argumentos – racionales, persuasivos o coactivos – que puedan remover las resistencias que la sostienen y defienden. Aceptando de buen grado que en los asuntos de las personas no se puede generalizar, porque cada una es una novedad, intentaré comprender qué hay detrás de esa lacónica frase.

          Soy- así parece una declaración ufana pero tras ella, pivotea una forma reductiva de pensarse. El ser es un sujeto, una sustancia, el ‘así’, en cambio, se aloja, se anexa en aquel, por tanto, conviene especificarlo como un accidente, cuya presencia no es necesaria ni ordinaria para que el ser sea lo que es. En consecuencia, para pensarse siendo-así, en el proceso de auto-comprensión, muchas regiones esenciales del ser permanecen oscuras, menos el ‘así’ que elevado a la categoría de central y habitual, se configura como la propia identidad. En realidad, es una forma esquiva y reducida de comprenderse a sí mismo.

          El ser-así recoge una cualidad que califica un momento vital de la persona pero no se identifica con ella. Calificar no es definir, por tanto, ‘el ser-así’ se circunscribe a un talente o porte personal que se pretende normalizar pero a costa de identificarse con el ‘así’ de un momento o circunstancia específica. A su vez, la afirmación ‘soy-así’ desestima la posibilidad de ser de otro modo, al negarla le confiere una suerte de irreductibilidad permanente. Si una conducta humana fuera insubordinada lo sería a expensas de su autor, en cuyo caso, su fuerza sería categóricamente instintiva. Pero una conducta no es una especie de fenómeno inesperado que viene, se instala y se apropia del sujeto constriñéndolo a actuar ‘siendo –así’.

         El ‘ser – así’ que impele en un único sentido, va a contrapelo con la condición humana de perfeccionarse, de realizarse y de madurar aprendiendo. Entonces, la vida no es concebida como proyecto, como tarea que se ejecuta hoy pero se abre a un futuro, cuyo atractivo es precisamente llegar a él siendo mejor de lo que se es en el presente. El sino del ser-así es llevarse y posarse tal cual en la porción de tiempo en la que le cabe estar, sin estar cabalmente.

         El ser-así, ¿es una postura libre? Si, en la medida en que el sujeto se autoinstala en esa manera de ser; aunque paradójicamente: a partir de tal instauración el obrar se torna unívocamente determinado. No que se extinga la libertad es que se abandona su crecimiento dado que el ‘ser-así’ se propone como definitivo. La libertad que se solventa en la capacidad de establecer relaciones entre medios y fines ha perdido fundamento para su despliegue. Si el fin es menor lo serán también los medios con lo cual, alzarse con aquel no reviste mayor esfuerzo ni reclama la concurrencia de mayores cualidades. Desde esta perspectiva, se puede pensar que la libertad puede conducir a que un hombre renuncie a la expansión – tanto más – de la totalidad de sus virtualidades y facultades humanas para detenerse en una sola dimensión de su personalidad. Es el riesgo de tan imponente cualidad.

         El acto de decidir entre alternativas que el vivir suscita no agota la potencia de la libertad. Escoger una significa: a) desestimar otras con sus presuntas promesas; b) mantenerse en ella aun con la incertidumbre del curso que tomará; y, c) responder –se por los efectos que lleva consigo el camino designado. En consecuencia, la libertad define el título pero el cuerpo y el epilogo del texto es arte de la responsabilidad.

         El señalado ‘ser-así’, ¿no es una forma larvada de negar la autoría de las propias acciones y de sus frutos? Este conducirse de un modo determinado remite a defecciones que se perciben invencibles. En cierta forma es una excusa vital que justifica cuando un propósito no se cumple, cuando una situación se torna tensa o cuando por compleja exige más esfuerzo y diligencia de las que se está dispuesto apostar. Asimismo, el ‘ser-así’ es utilizado cuando se atribuye la causa a factores externos: a) a ‘otros’ es que si no fuera por…. No sería así; b) a hechos ‘dados’: si tuviera más cualidades…. Mejor situación económica… Efectivamente, la naturaleza y la convivencia social dejan su rastro pero no anulan la capacidad de autodeterminación.

         Más bien, la acomodaticia instalación en el ‘ser-así’ obedece al imperio de la práctica de deslocalizar la responsabilidad. Si los ‘otros’ y/o lo ‘dado’ son las causas, entonces, su efecto, no es mi responsabilidad: No se tiene porqué responder por sus consecuencias. Se vive en el anonimato, es decir, sin estampar la rúbrica que atribuye la  titularidad de una conducta. Quien deslocaliza su responsabilidad, no solamente afecta el ámbito de su proyecto de vida, también renuncia a participar, mediante la comunicación de sus talentos, en los acontecimientos de su entorno inmediato y,  por extensión, a toda la sociedad.

          Precede a una decisión una especie intervalo de sombras, parecido a la situación de descorrer una cortina cuya textura, ciertamente, trasluce formas, volúmenes y espacios pero sin la precisión necesaria como para determinar lo que son realmente. En cierto sentido, el decisor queda expuesto a los efectos inéditos de la acción a emprender. Al desconocerlos – por ‘ser-así’-  renunciaría a la capacidad de: a) asumir los riesgos que entrañan: falta de datos en la deliberación u error en la ejecución, b) honrar los compromisos contraídos con uno mismo y con los involucrados; y, c) aprender a aceptar la realidad, a conocerse objetivamente a sí mismo, para rectificar si fuera el caso o solicitar ayuda cuando se hace cuesta arriba el mantenerse en la decisión adoptada. La persona despliega sus propias facultades decidiendo. Decidir tiene sus costos, no obstante es el medio para ir en pos de la madurez personal. Esta meta es lejana para quien se instala en el ‘ser-así’.

          A diferencia de las empresas que como consecuencia del fenómeno de la globalización deslocalizan parte de sus operaciones movidas por las ventajas comparativas que ofrece un determinado país, el ‘ser-así’, al deslocalizar la responsabilidad – si no puedo o nada depende de uno mismo- no obtiene beneficios esenciales, a lo más consigue como prebenda evitar los costos inherentes al acto de decidir y emplazarse en una acomodada posición de espectador. Quien permanece espectador no saboreará el premio por el éxito ni el dolor por la derrota porque no le interesa transitar por el sendero que a ellos lleva. La vida sin la sazón de la alegría y de las contrariedades es una vida replegada, detenida que por plegada no tiene una finalidad, un sentido por el cual luchar.

          La libertad no es solamente capacidad para la libre iniciativa también implica la dimensión del deber.  El deber se hace tarea porque la persona es responsable.  Por tanto, cuando la responsabilidad personal se esquiva, entonces, ¿Quién inicia? ¿Quién aporta? ¿Quién decide? ¿El sistema? ¿El Estado? ¿Los medios de comunicación? ¿El mercado? Da igual. La consecuencia es la demarcación del vivir: no vivo por mí, soy vivido por estos ‘otros’. La  persona enajena su autoría en el gran privilegio de responder por el mayor bien recibido: su vida.


4 respuestas a “SOY ASÍ

  1. HolaPuedes ayudarme con esta encuesta: Te proponemos la lectura de la siguiente noticia: Nuevas metodologías para nuevas competencias, de Rafael Balparda Pilar.Disponible en: .Teniendo en cuenta todo lo que se dice sobre la plataforma de evaluación, las formas de evaluación (autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación) y las competencias transversales, argumenta con tus compañeros esas ideas tratadas en la noticia y cuáles pueden ser las ventajas y desventajas de cada una. Necesito de cuatro respuestas diferentes para mi tutora. Mi reflexiones principal fue:En la reportage las vantejes que las aplicacion e los conocimentos, e la pratica del apredizaje , atraves de nuevas tecnologias e emprego de nuevos proyectos de estudios, en los trabajos valorados,nuevas formas de apredizaje en nuevas metodologias¨ Empreender para Aprender¨ esta es una vantaje onde los alunnos tienes uno apredizaje e desarrollo de su talento de Empreededor, las desvataje y riscos onde todo empreendedor tienes que correr, para aprender el sucesso depiendes de la capacidade de cada uno, e en el tipo de negocio que se debes empreender . En mi opinion non se debes crer en desvantaje mas en agregar conocimentos e experiências nuevas.Todos los metodos de apredizaje es benvenidos para los conocimetos del alunnos em formacion. Gracias. Mauricio Lima.

    Date: Sun, 27 Sep 2015 00:30:33 +0000 To: educador.mauricio@outlook.com

  2. El potencial negativo de la fracesita «soy así» se hace más evidente cuando los padres o educadores permanecen en silencio sin usar las armas de la sensatez, de la sapiencia, y de la experiencia de vida de adultos. En medio de esas cortinas se ubican psicólogos «modernistas» cuyo afán lucrativo los impulsa a acuñar calificativos endulzados a ciertas conductas otrora inaceptables. Los padres y profesores entonces usaban argumentos racionales y emotivos. Un ejemplo es el intento, de estos psicólogos, de convertir a los padres en «amigos» de sus hijos. Craso error. Los amigos, sobre todo si son adolescents, jamás corrigen o se corrigen entre ellos. Es más entre ellos celebran conductas reñidas con la sociedad. Ante la invasion cotidiana y conspicua de la television basura, el «Soy así» encierra las semillas de la desintegración de la familia, celula de la sociedad.

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