Los frentes que debe atender un Director de colegio

Por Edistio Cámere

Un Director -hoy en día- tiene que atender simultáneamente varios frentes.  Además del que le corresponde por esencia: la conducción de la escuela, la coyuntura le ha adosado otras tareas de mucha responsabilidad.

1.- La relación con el Ente Rector. En cuanto a las políticas y lineamientos educativos generales. Con las Unidades de Gestión Educativa (UGEL) que, como órganos de ejecución, sus exigencias son más directas y sensibles. Los cambios o propuestas que ellos originen con cierta cadencia y periodicidad obligan al Director a asumir las estrategias pertinentes para su implementación dentro de su colegio con las acomodaciones o adaptaciones que ello supone.

2.- Las relaciones con los accionistas, con los Consejos de Vigilancia o de administración, con los promotores… No pocas veces el diálogo se establece en distintas frecuencias por desconocimiento o por controversia entre los fines y objetivos académicos y los económicos.

3.- Las relaciones con el mercado.  Por un lado, un clima recesivo implica estrategias en la captación de los ingresos económicos, en el uso eficiente de los mismos y en la respectiva cobranza. Por otro, hay que establecer las estrategias para el posicionamiento del colegio, la promoción y la mercadotecnia necesarios para hacer frente a la competencia.

4.- Las relaciones con los padres de familia. Que por un lado reclaman más servicios y, de otro, metidos en el mar embravecido de una economía consumista e inestable, trasladan al colegio funciones que antes la familia las cumplía. El incremento de divorcios, de madres que trabajan, de familias monoparentales… obligan a respuestas no pocas veces onerosas de cara a la organización de la escuela.

5.- Las relaciones con los docentes y trabajadores en general.  De una parte, la rigidez de las leyes laborales interviene negativamente cuando un profesor no da la talla. Por otra parte, sus demandas salariales están mediatizadas por los sobrecostos laborales y por la crítica situación económica de algunos padres de familia. Pero no solamente lo remunerativo le preocupa, también le asiste la obligación de ser docente de docentes, de modo tal, que se asegure la calidad de la enseñanza y, sobre todo, la transmisión del contenido del ideario o axiología del colegio que a través de los maestros llega -para que sean vida- a los alumnos. El Director gobierna personas, en consecuencia, el trato cordial, la confianza razonable, la ejemplaridad y la exigencia amable son sus armas fundamentales.colegio

6. –   La organización del centro educativo.  La concepción de un fin adecúa los medios.  Cada colegio tiene un fin, una meta precisa.  La organización es un medio y no un fin, por eso su acomodación será su característica principal. Si una organización es abierta, su estructura y composición debe estar continuamente en actitud de aprender. Si aprende de los problemas, estos se percibirán como datos o experiencias de la que hay que extraer enseñanzas y, al mismo tiempo, tenderá a privilegiar la participación de sus miembros y su aporte en la solución de las dificultades y en la propuesta de objetivos.

Criterios a considerar en una organización:

a) Lo suficientemente eficiente: Para que la labor educativa se desarrolle con justeza y oportunidad.

b) Lo necesariamente flexible: De modo que se pueda acompasar con las iniciativas, innovaciones y proyectos de cada uno de sus integrantes. Es decir, que vaya actualizándose y adaptándose a los avances técnico pedagógicos y a las necesidades educativas de cada alumno.

c) Lo suficientemente prudente: En el cuidado y gestión de los recursos materiales y económicos con el objeto de garantizar la continuidad y permanencia en el tiempo del centro educativo.

d) Lo suficientemente estimulante: Para que todos y cada uno de los docentes puedan desarrollar su labor como tales y puedan encontrar cauces para su satisfacción y realización profesional.

e) Lo necesariamente centralizada: para una toma de decisiones acertada y prudente y lo suficientemente descentralizada para que cada docente decida y asuma los compromisos que le competen directamente en el ejercicio de sus funciones.

f) Lo necesariamente consultiva: Es decir, que las opiniones y recomendaciones de los padres y alumnos se valoren y perciban como importantes.

7.- El estudio y la formación personal. La velocidad y la dinámica que caracteriza a la sociedad actual, y por extensión contagia a los colegios, pueden inducir al Director a caer en una suerte de activismo, descuidando el tiempo y el espacio necesarios para pensar y para su cultivo y formación personal, siendo esta tarea imprescindible para la conducción de las personas a su cargo. Del Director dependen padres de familia, docentes y los alumnos. El largo, el mediano y el corto plazo son coordenadas de las cuales un Director no puede sustraerse.


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