Edistio Cámere
Un tema controvertido y no resuelto es el de la evaluación de los maestros: el Ministerio ordena su aplicación, algunos profesores se resisten, pero el actual Ministro prefiere no evaluar.
Primer matiz: En lo personal me gustaría entender el por qué se suele ‘cuestionar’ globalmente a los profesores. El docente influye en la educación del alumno como también lo hacen sus padres y la sociedad. No es el único responsable. Es un hecho evidente que en todas las organizaciones existen buenos, medianos y malos profesionales. En aquellas, sobre la base de un perfil y de unas expectativas, se evalúa a sus colaboradores y se toma decisiones. En cambio, en el Sector Educativo, el omnisciente Ministerio – a través de sus direcciones regionales – se atribuye la prerrogativa de evaluar y determinar el futuro de todos los profesores. ¿Y los directores de las escuelas no podrían intervenir y decidir?, digo.
Segundo matiz: El Ministerio suele invocar la calidad educativa como el móvil para evaluar a los docentes: a tenor de los resultados, de la gestión y de la prestancia de las sedes de las escuelas públicas, no resulta sencillo hacerse cargo de: a) el concepto que tiene de calidad; los criterios para evaluar; y, c) de las condiciones en que van a desenvolverse los profesores que han aprobado. Por ejemplo, si luego de una evaluación rigurosa se selecciona a quien sabe nadar, pero luego se le envía a un destino en el que no hay piscina o el agua está estancada… resultante frustrante y perverso el proceso de evaluación.
Tercer matiz: La ideología y mentalidad colectivista del gobierno de turno no le permite la opción de revisar y mejorar la norma de la carrera magisterial e incluso examinar la densidad y contenidos de las pruebas. Así es cuando desde las altas autoridades la ideología prima antes que la realidad que, en educación, no es desde ahora, lamentablemente. La intención del Ministro actual viene digitada y plasmada en el ideario del partido de gobierno.
Tal parece que algunas preguntas no serán objeto de reflexión en la presente administración gubernamental. ¿Es posible estimular la mejora de la formación inicial que ofrecen las facultades y/o escuelas pedagógicas? ¿Cómo hacer más atractiva la carrera del magisterio a los jóvenes? ¿Será el poco respeto mediático que se le tiene a la educación? ¿Por qué el Ministerio de Educación fomenta, la autonomía, el pluralismo en los proyectos educativos entre los colegios públicos?