Docentes del futuro o futuros docentes

Edistio Cámere

Los avances propios de la pedagogía y los tecnológicos colocan en las mesas de diálogo y reflexión de las escuelas, de la academia, de los seminarios o congresos de expertos y, hasta en la propia cartera de Educación, acerca de cómo, cuál debería ser el perfil, qué habilidades requeriría un docente del futuro para que peche con eficiencia lo nuevo por venir en la educación básica regular.

El dibujo del futuro incluye – debería – trazos del presente. En este sentido, el imaginarse un docente del futuro presupone que se cuenta con la materia prima, con candidatos que regularmente postulen para formarse como docentes. ¿El Perú cuenta con docentes para el futuro?  ¿Tiene el número necesario y constante de aspirantes a ejercer la docencia en los institutos pedagógicos y universidades?  La Sra. Ponce Vértiz – ahora ex ministra de Educación – señaló hace poco que “su cartera ha puesto en marcha las medidas necesarias para valorar labor que vienen realizando de los profesores, así como el incremento salarial”. No es primera vez que desde el gobierno se subraya la importancia de realzar la labor del docente. ¿Medidas concretas? Conocidas y verificables en términos de incremento de estudiantes de pedagogía, ninguna. Sin embargo, como sociedad, es una tarea no resuelta, que cuanto más se dilate es mayor el perjuicio para los estudiantes.

Parte de este presente, son los resultados de la Encuesta Nacional de Docentes (ENDO-2021), la misma que atendió a un universo de 12, 075 docentes de escuelas públicas. Tres de cada diez docentes se ubican en el rango de edad de 18 y 39 años. Mientras que 7 de cada 10 están entre los 40 y 59 años. Acepto que la madurez del profesor tenga un peso específico y positivo en la enseñanza, como que también se tiene que convenir que el reemplazo de nuevos profesionales tendrá sus limitaciones. Con todo, el foco de ponerse en los resultados de la siguiente pregunta recogida en la ENDO -2021: En los próximos 5 años ¿cómo se ve? ¿cuál sería su futuro ideal?  Tres de cada diez se mantendrán como docente en una escuela. Mientras que 7 de cada 10 docentes: se ve enseñando en centros de estudio superiores; abandonando la docencia y, trabajando fuera del aula, pero en puestos directivos, de especialistas y formadores de colegas. La deserción de los docentes de las aulas es alta. Explicaciones muchas. Lo cierto es que, a mayor injerencia del Estado, mayor empoderamiento clientelar a los padres de familia y cuestionada la autoridad de la escuela, menos interés por seguir su vocación de docente.

La Sra. Ponce mencionó la mejora salarial del docente. Todos a una, aplaudimos semejante iniciativa; quedaría en buenas intenciones sino se liberan los trámites, las medidas que uniformicen y que gravan los incrementos. Siendo muy sensible el asunto del sueldo, no deja de cuestionar que solo 2 de cada 10 docentes trabaja en una ocupación adicional, contra el 8 de cada 10 que se dedican en exclusividad a la docencia. Mientras más se pase por alto el presente, menos margen de maniobra se tendrá para el futuro con los docentes.


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