SEGUNDA PARTE
Edistio Cámere
Si se quisiera configurar una escuela que promueva la ética, además de enseñarla, es conveniente que la modele y refuerce mediante la generación de una cultura que la haga viable y vigente. A mi juicio, los elementos – algunos – capaces de permear una cultura ética son:
Con el ideario se da noticia de los principios que animan a una institución educativa, así como de su identidad y los valores que definen su andar. No es el Proyecto educativo institucional (PEI) propiamente dicho, sino las claves mediante las que el colegio dice qué piensa de la educación, de los padres, de los alumnos y de los maestros; cuál será su forma de enseñar. En el ideario se encuentra el qué, el por qué y el cómo. Tiene que ser comunicado y participado. Del Ideario se alimenta la toma de decisiones de los directivos y de los docentes, las que a su vez le dan curso y sentido a la cultura de la escuela. Fundamenta y sostiene las políticas, reglamentos, las costumbres y el estilo de la escuela.
El alumno en la escuela crece, el alumno desde que ingresa hasta que termina sus estudios escolares esta en un franco proceso de crecimiento. Crecer es el mejor modo de aprovechar el tiempo: crece en edad, tamaño, físicamente, en complexión corporal, en talentos, en definición de la personalidad… pero aun está en proceso de actuar con ética, es decir de elegir aquello que lo ayuda a crecer como persona, todavía prefiere aquello que le place y deja en segundo termino aquello que lo forma. Tiene que aprender a elegir entre lo bueno y lo malo, entre lo bueno y lo mejor. Para su aprendizaje es fundamental que tanto la familia como el colegio, circulen por un similar camino empedrado.
Formación de los docentes, ¿cómo suplir la falta de ética en los alumnos? Siendo el docente ético en su ser y en su quehacer. El ethos de un docente debe manifestarse en la preparación y en el dictado de clases; en el trato personal; en la comunicación; en la coherencia entre el pensar, sentir y actuar. Es necesario que el profesor se asocie con el Ideario de la escuela, que lo haga suyo, para que comprenda que, en la formación de los alumnos, las decisiones éticas que ellos asuman sobre se propia conducta será la materia que permanecerá luego que se hayan olvidado las otras materias. También es importante que los padres de familia – en lo fundamental – estén asociados con la visión del colegio. De lo contrario, no se forma una cultura que incida en la ética.
Normas, disciplina y autoridad, normas pocas. Claras en su enunciado. Inteligentes en lo que mandan. A través del corpus normativo en la escuela, se debe llegar al bien y permanecer en él mediante el ejercicio de las virtudes. Se debe buscar que hagan suyas las normas porque su aceptación es una opción ética. Orden en libertad. Escuchar, pero cumplir – sin maltratar – las reglas. Evitar el reglamentarismo. La autoridad distinta al poder. El poder es para conseguir la equidad. La autoridad es la ascendencia proveniente de la integridad que capta y mueve a las personas con nombre propio.
Confiar, confianza, participación, pertenencia. La ética en la escuela se orienta a las características y la edad de los alumnos, de manera que las decisiones y conductas se asumen en conexión con las condiciones de aquellos: de estudiantes, de hijos, de hermanos, de compañeros y de amigos.
Confiar en la palabra del niño, del adolescente. Sin ingenuidades, pero sin malicia. Además, los seres humanos presentan limitaciones y fragilidades: se quiere, pero no se puede; se puede, pero no se quiere; se quiere, se puede, pero el desgano prima. Paciencia, buen humor, perseverancia y cariño. Preocupación por los demás compañeros del aula, del grado y del colegio. Iniciativas que miren en favor de aquellos. Sentirse parte de una institución que tiene unos valores de los que se participa y se cree.
Considerando lo expresado por usted, que es pertinente y válido, agrego: Que procurando el equilibrio entre instrucción (más referida a proporcionar conocimientos y a adquirirlos) y formación (referida al desarrollo de la capacidad de adherirse a valores y plasmarlos) no se debe pasar de un extremo al otro, al todo o nada, sino de involucrar a los padres, primeros responsables de la educación de los hijos en sentido amplio. Es decir, que se trata de motivar a los padres, para que tengan una responsabilidad ética, un comportamiento moral, lo cual es muy importante, y que no trasladen (lo cual es y ha sido costumbre) el trabajo (humano) de educación, sólo al colegio.
Muy de acuerdo con tu planteamiento Every, la familia es la variable siempre presente en la escuela: a través del diálogo directo y a través de sus mismos hijos. Concuerdo contigo. Me permito sugerirte el libro Escuela- Familia: una alianza, un propósito, que se encuentra en la librería SM, que el 2019 se publicó y soy el autor. Por cierto, no es publicidad. Es por el tema.
Gracias por tus siempre acertados y aleccionadores comentarios Every.